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El parque de diversiones embrujado de Takakonuma

Desde su cierre, hace décadas, se han despertado numerosos rumores y leyendas alrededor del parque, no solo por apariciones o sucesos extraños, sino porque la misma muerte parece rondarlo. Su nombre era Takakonuma Greenland, estuvo en Hobara, Japón, y su leyenda comienza desde que su fundador soñó con construirlo.

En la década de los 70 los parques de diversiones eran muy populares en Japón, gracias a sus modernas atracciones eran negocios muy lucrativos, y seguramente por ese motivo, Makoto, quería entrar en el negocio. Pero para su desgracia, fundar un parque desde sus cimientos era demasiado costoso, por lo que optó por un método menos agradable. Según cuentan los rumores, Makoto decidió hacer un trato con Amanojaku, un Oni o demonio japonés que es un ser malvado capaz de realizar los deseos más oscuros de las personas. En este caso, era el avaro sueño de Makoto, al cual prometió proveerle con fortuna para que pudiera fundar el parque, solo que tenía una petición: el demonio quería que a cambio le diera a su hija. Y Makoto aceptó.

¿Será cierto? Quién sabe, lo que fue muy real fue la desaparición de la hija después de la inauguración del parque. Y aunque le iba bastante bien pues, estaba equipado con lo mejor de aquellos tiempos, algo detuvo su funcionamiento apenas un par de meses después de abrir sus puertas: la misteriosa muerte de Makoto.

Luego de eso, los juegos y atracciones, apenas estrenadas, se quedaron ahí abandonadas, hasta que casi una década después, un empresario volvió a prestarle atención, lo compró y reformó. Aun siendo antiguos los juegos, funcionaron bastante bien, y muy pronto el parque había recuperado gran parte de su pasado esplendor. Sin embargo, no todo estaba bien.

Pasaron 13 años antes de que se decidiera volver a cerrar el lugar, pero esta vez no fue a causa de su muerte, sino de la muerte de por lo menos 6 personas.

Durante los años que estuvo funcionando, muchos rumores corrían alrededor de varias muertes accidentales que sucedieron, ya que a pesar de que parecían muertes causadas por alguna falta de seguridad o error en los juegos, los conocidos de los fallecidos que habían estado con ellos en el trágico momento aseguraban otra cosa. En el caso particular de un joven que se suicidó lanzándose desde una montaña rusa en movimiento, sus conocidos declararon que antes de subirse al juego él se encontraba perfectamente, y que fue hasta que estaba arriba de el que comenzó a comportarse extraño, según ellos, antes de saltar dijo “voy a ir con ella”. Fueron sus últimas palabras.

Mucho se dijo y se rumoreo desde entonces, pero no fue hasta que un turista llamado Bill Edwards visitara el lugar en 2007, que la historia se volvería aún más tétrica, ya que según contó Bill, él cruzó todo el parque y tomó fotografías a los juegos abandonados, pero para su sorpresa, cuando llegó al hotel y descargó las fotos, no había nada. Y es que un año antes habían desmantelado todo. Pero de entre todas las fotos, hubo una que le llamó la atención, en ella parecía haber algo más, algo parecido a una niña.

Se cuenta que tiempo después Bill se suicidó, y muchos se lo atribuyen a la niña de la foto, pues se cuenta que ella vaga por toda la zona del parque, y que Bill no ha sido el único en pasearse por ahí creyendo ver los juegos.

Todos atribuyen la aparición a aquellos rumores de que Makoto vendiera a su hija a un demonio, y que parte de ella haya quedado ahí, esperando que más muertes puedan saldar la cuenta de su padre.