En muchas familias suele pasar el terrible suceso de que se muere uno de los hijos antes de nacer y una de esas familias fue la de mi amiga.
Cuando esto sucedió yo no tenía más de 10 años, vivíamos en una casa algo pequeña pero muy pintoresca, y mi amiga era mi vecina, su casa era mucho más grande que la mía, tenía grandes columnas y plantas colgando de sus paredes.
Todos sabíamos que su mamá estaba embarazada y que esperaban al tercer hijo, todos estábamos muy emocionados por ver al nuevo bebé que llegaría a la colonia, pero entonces un horrible suceso pasó, la mamá cayó sin razón alguna por las escaleras, y aunque no se lastimó tanto, tuvo un aborto espontáneo.
Ese día todos estábamos tristes, en especial mi amiga, se fue a quedar conmigo pero no hablaba ni reía, no hacía nada más que estar acostada viendo a la pared.
Pasó eso y esa noche recuerdo que mi amiga me dijo: “soñé a mi hermano, él está bien, pero quiere estar con nosotros, quiere estar con nuestra familia”, yo pensé que solo era como algo que imaginó para sentirse mejor, pero no era así…
Pasaron como dos meses y un día en la casa de mi amiga, yo estaba jugando con sus muñecas, ella me dejó ahí sola, ya había escuchado antes rumores de que algunos vecinos habían visto o escuchado a un bebé pero pensé que eran suposiciones.
Mientras yo estaba jugando muy a gusto con las muñecas, de pronto escuché que alguien empezó a llamar a mi amiga, repetía y repetía su nombre, pensé que era su hermano menor que por esa época tendría unos 5 años, pero se escuchaba una voz de alguien más pequeño, así que salí a ver, y vi la sombra de un niño pasar.
Vi una pequeña sombra moverse de una recámara a otra, y me dio mucho miedo, así que iba a ir hacia abajo para decirle a mi amiga, pero cuando volteé, ella ya estaba ahí, y pasmada me preguntó: “¿Tú también lo viste cierto?“ y solo asentí.
Luego su mamá llegó conmigo y me platicó que no era la primera vez que pasaba algo así, que todas sus señoras del aseo que habían trabajando recientemente, habían renunciado porque veían a un niño correr, o se caían de las mismas escaleras sin razón alguna, incluso una maestra de mi escuela fue a darle tutorías a mi amiga y no volvió a regresar, diciendo que fue porque escuchaba como llamaban a mi amiga y no veía a nadie.
Con el paso del tiempo decidieron cambiarse de casa y hacer una nueva vida, pero este nińo planeaba cosas diferentes… ya que el fantasma los siguió a donde sea que fueran.
Incluso en un momento de sus vidas, la familia de mi amiga se mudó a otro país, pero el alma de su hermano los siguió hasta allá, siempre los seguía, siempre que llegaban a una nueva casa, él se manifestaba y en las noches comenzaba a lloriquear o a hablar.
La cosa más inquietante es que conforme el tiempo pasaba, el nińo parecía crecer, pues su voz se iba haciendo más grave y las sombras que veían más altas; ya no he hablado con mi amiga últimamente, pero la última vez que la vi, me contó que aún llegaba su hermano, a veces juegan con él e incluso lo sacan a pasear.
Algo muy extraño es que en sus antiguas casas de dos pisos, ponían rampas, y en la que ahorita viven es de un solo piso, eso para evitar riesgos, pues el nińo siempre empujaba a alguien, mi amiga sufrió dos fracturas, y su familia también sufrió accidentes así que tuvieron que quitar las escaleras.
No se qué tipo de fantasma o ente sea este, pero crece y nunca los deja.
Neybel Hernandez (convocatoria de relatos de terror Edy Doo)