En Veracruz podemos encontrar el parque de diversiones “Reino Mágico” un lugar donde los niños deberían encontrar felicidad, sin embargo este parque ha sido marcado por una maldición, pues anteriormente era un cementerio… y aunque muchos de los cuerpos fueron trasladados a otro panteón, no todos pudieron ser rescatados, por lo que el parque se construyó sobre un lugar donde aún habitaba la muerte…
Desde que el parque abrió sus puertas, un sin fin de muertes han manchado de sangre sus instalaciones. Una de las muertes más sonadas fue la de una niña, quien había ido a la feria que habían instalado en el estacionamiento del parque, ella se subió a uno de los juegos mecánicos, el cual lamentablemente presentó una falla y la niña salió proyectada, estrellándose contra una barda.
Aunque fueron retiradas, existieron unas espeluznantes estatuas, la de “Blancanieves y los siete enanos” las cuales estaban ubicadas en el castillo, donde es el área con más actividad paranormal en el parque, han sido muchos los testigos que vieron a Blancanieves y sus amigos que movían los ojos y deambulaban por el parque.
Lamentablemente una persona murió por la impresión de haber visto a las estatuas moverse, aunque en un principio vivió para contarlo, no logró sobreponerse y partió a los días siguientes. Incluso se ha difundido un video en el cual la escultura de la princesa parpadea frente a los presentes.
Otra de las zonas más embrujadas del lugar, son las albercas, pues muchos de los niños han reportado que algo que no pueden ver, los jala de los pies o manos, un joven comenta que cuando era chico, el había entrado en la alberca, cuando estaba sumergido vio a un niño, quien le ofrecía su mano, al este negársele y nadar hacia la superficie, el niño fantasma lo tomó de los pies con la intención de ahogarle, sin lograr su cometido, como prueba del paranormal ataque, el niño había quedado marcado de los tobillos, como si algo lo hubiera sujetado muy fuerte.
Se dice que por las madrugadas pareciera que “Reino Mágico” siempre tiene visitantes que no pertenecen a este mundo, pues los juegos se mueven autónomamente, se escuchan risas de niños y se pueden ver sombras que se asoman entre los juegos.
Atte. Edy Doo