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La maldición de “El Cuervo”

La noche del 30 de marzo de 1993 se rodaba la última escena con armas de la película de “El Cuervo”, el actor Michael Masee apuntaría al abdomen de Brandon Lee, disparando una bala de fogueo al mismo tiempo que una bolsa de tinte rojo en el vestuario de Brandon estallaría, simulando una herida real. Sin embargo, como bien se sabe, la bala que se disparó fue real y no hizo falta ningún efecto especial para llenar la ropa de El Cuervo de sangre.

Michael Masee no fue acusado y se registró como una muerte accidental, pero es fecha que aún no se ha esclarecido el motivo de tan fatal error. Se dice que al tener poco presupuesto los encargados de las armas de fuego desarmaron balas reales para lograr la explosión sin que hicieran daño, y por error una bala sin manipular acabó en la pistola.

Sin embargo, existen dos teorías mucho más alarmantes, y ambas incluyen una maldición. La primera nació a partir de las condiciones misteriosas que envolvieron la muerte de ambos Lee, padre e hijo, pues el famoso experto en artes marciales, Bruce Lee, murió a los 32 años luego de tomar una pastilla para un dolor de cabeza; lo que siempre ha dado a pensar en conspiraciones y un posible asesinato por parte de fuertes enemistades.

La segunda maldición apunta a la película misma. Pues el deceso no fue lo único ocurrido durante el rodaje. Meses antes un carpintero sufriría quemaduras graves en un accidente con cables de alta tensión; después, una tormenta destruiría gran parte de los escenarios para la película, retrasándola; y, por último, cuando un especialista de iluminación cayo desde el techo de un set, rompiéndose algunas costillas.

Hay quienes piensan que todos estos hechos no eran más que una advertencia de lo que estaba por venir, que “algo” o “alguien” intentaba prevenir el destino fatal de Brandon. Pero de ser el caso, no lo logró.