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Las monjas de Loudun: “Las poseídas por el diablo”

monjas de Loudun

El mal es muy impredecible, no reconoce géneros, razas ni religiones; Los casos de posesiones demoniacas registrados a lo largo de la historia nos dicen que todo el mundo puede ser víctima de una posesión, desde el que menos cree hasta el que mas fe tiene. En el año de 1632 en Loudun, Francia es el lugar donde lamentablemente diecisiete monjas entregadas a Dios son poseídas por entidades diabólicas.

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Todo comenzó cuando el sacerdote Grandier se integró a la parroquia de Loudun, este hombre tenía muchos enemigos ya que debido a su atractivo físico y galantería tenía amoríos con varias mujeres de la localidad, incluso la madre superiora del convento quería conquistarlo, aunque solo obtuvo el rechazo de este cotizado religioso.

Entre esta situación y otras un poco complicadas, el ambiente dentro del convento empezó a corromperse, dando entrada al mal, el cual entró en forma de demonios, poseyendo a cada monja del convento de Ursulinas.

Las monjas se empezaron a trastornar al ser víctimas de fenómenos paranormales, veían fantasmas que entraban por las ventanas y atravesaban paredes, escuchaban ruidos de cadenas arrastrándose y se negaban a comulgar.

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Conforme pasaban los días, las manifestaciones paranormales se volvieron mas fuertes, las monjas comenzaron a convulsionar, se aguantaban la respiración hasta hincharse, reproducían escalofriantes voces demoniacas, con los ojos en blanco se desnudaban mientras hacían destrozos y tentaban a los presentes con su cuerpo.En una de las muchas sesiones de exorcismo realizadas por varios sacerdotes, la madre superiora acusó al padre Grandier de haberlas embrujado al hacer un pacto con el diablo; Debido a esta acusación, el padre fue llevado a la hoguera, donde hasta su ultimo minuto de vida, se proclamó inocente.

Se dice que antes de morir el padre lanzó una maldición para quienes lo llevaron a la hoguera, ya que a partir de ese momento, todos ellos comenzaron a perder la vida o a sufrir tragedias inexplicables.

Y Aunque pareciera que con la muerte del sacerdote, la paz regresaría al convento, no sucedió así hasta en 1637, cuando después de una serie de exorcismos, al fin las monjas fueron liberadas de los seres del infierno.

Atte. Edy Doo