Skip to content

Leyenda de la Casa de Don Bartolo

Esta es una de las leyendas más terroríficas del estado de Querétaro, cuya historia se remonta al año de 1651, cuando Don Bartolo Sadanetta “el segoviano”, un hombre que estaba profundamente enamorado de su hermana, con la intención de ofrecerle lujos para que ella no lo deje por otro hombre, vendió su alma al diablo a cambio de riqueza a manos llenas…

Pasando el tiempo, Don Bartolo empezó a generar su fortuna prometida a base de robos y negocios turbios, las cosas marchaban bien para el, pues su hermana decidió quedarse con el; Los rumores cuentan que en la oscuridad de la noche, ocultos bajo las paredes de la casa, los hermanos cometían pecado, mejor dicho “incesto”.

Todos los años Don Bartolo ofrecía una gran fiesta de cumpleaños, en la cual siempre realizaba el mismo brindis con la siguiente frase: “Brindo por la señora mi hermana, por mi ánima y por el 20 de mayo de 1701”, aunque nadie sabía que significaban esas palabras, pronto lo iban a saber…

Pasaron los años y se llegó el día, era la noche del 20 de mayo de 1701… Cuando de pronto se escuchó un estallido en el vecindario donde vivía Don Bartolo, causando pánico en la comunidad, sin embargo nadie supo de su procedencia hasta el siguiente día, cuando los vecinos se dieron cuenta que algo andaba mal en la casa de Don Bartolo.

Al llegar las autoridades, encontraron una escena digna del mismo infierno, pues el cuerpo sin vida de la hermana de Don Bartolo estaba tendido sobre la cama, con marcas de estrangulamiento y una expresión de pavor en su rostro como si hubiera visto al mismo diablo.

En el techo estaba pegado el cadáver de Don Bartolo carbonizado, lo que se podía apreciar de su rostro, era puramente terror… pues había llegado su hora de descender con el maligno. Su cuerpo no pudo ser bajado, hasta que un sacerdote realizó un exorcismo a su cuerpo sin vida.

Al recuperar el cuerpo de Don Bartolo, vieron en sus manos una nota que decía: “Castigado así por hipócrita, asesino y ladrón”, posteriormente encontraron el diabólico contrato cuya fecha de vencimiento era el 20 de mayo de 1701, firmado cincuenta años atrás por Don Bartolo y Satanás.

Actualmente en “la casa de los espantos” como también es llamada, están instaladas las oficinas de educación pública del estado, donde por las noches se pueden escuchar los desgarradores lamentos de arrepentimiento de Don Bartolo, cuya alma ha sido condenada al fuego eterno del infierno.

Atte. Edy Doo