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La cueva del diablo

Mitla, Oaxaca es un reciente pueblo mágico, cuyo nombre significa: “El lugar de los muertos”, es un místico lugar donde aún se conservan antiguas tradiciones zapotecas, algunas de ellas paganas, pues muchos de los habitantes practican brujería, hechicería, incluso satanismo, ya que se dice que el diablo habita en el pueblo, vive en la cueva Bilä Gabijl, más bien conocida como: “la cueva del infierno”.

Se dice que en esta cueva las personas buscan a Satanás para pactar con el, le llevan ofrendas y/o realizan sacrificios para llamarlo, quienes logran contactar con el, dicen que es un hombre muy elegante, habla zapoteco, usa caballo y en vez de piernas tiene patas de guajolote.

Hay una oscura leyenda respecto a la carretera cercana a la cueva, pues la gente cuenta que en su construcción, los ingenieros tuvieron muchos problemas para terminarla, hasta que los lugareños les avisaron que era porque el diablo nos los dejaba, ya que debajo del camino estaba su casa, por lo que se les recomendó ir a pactar con el; En un principio nadie se atrevió a ir, hasta que el encargado de la obra se armó de valor, todos los trabajadores lo acompañaron, pero nadie se animó a entrar, solamente él.

El rey de las tinieblas ya lo esperaba, estaba dispuesto a pactar, cuando el ingeniero le dijo cual era su deseo, el diablo le respondió que la única manera en que el podría ayudarlo, era si el hombre le entregaba un carro lleno de almas, trato que si aceptó.

Cuando llegó el momento de la inauguración de la carretera, el ingeniero invitó a los habitantes del pueblo a estrenarla, sin saber que ese mismo día, la maldición pactada estaba por llegar, pues un coche lleno de gente murió en un “accidente”, derramando su sangre en la carretera.

Sin embargo el terrible accidente, no detuvo al ingeniero en su ambición, pues volvió a visitar al diablo, ya que quería dinero, cuando hablaron del costo del pacto, el diablo le dijo que el buscaría la forma de cobrarle, y el ingeniero volvió a aceptar, pero ahora sin idea de la tragedia que se avecinaba.

Pasó el tiempo y los siete hijos del ingeniero, fueron muriendo uno a uno, hasta que se quedó sin ninguno, al final le quitó a la última persona que le quedaba, que era su esposa, el hombre obtuvo lo que quiso, era millonario pero estaba completamente solo…

El hombre terminó sus últimos días completamente loco, sin embargo después de que falleció no descansó, sino se quedó a pagar su condena, ya que ha habido personas que aseguran haberlo visto llorando por la carretera, tratando de impedir que otros entren a la cueva.

Aunque no es recomendable pactar con el diablo, porque puede tener devastadoras consecuencias, las personas que tienen interés en contactarlo, ya saben donde encontrarlo, además que se dice que en martes es el mejor día para visitarlo.

Atte. Edy Doo