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La loca en el muelle de San Blas

Esta historia de amor nació en 1971 en el puerto de San Blas, Nayarit cuando la jovencita Rebeca, quien trabajaba en un restaurante cerca del muelle, se enamoró de un marinero extranjero, quien proveniente del mar arribó al muelle para marcar la vida de Rebeca y una de las leyendas más conocidas de México.

Durante los días de la estadía del marinero, Rebeca y el se enamoraron locamente y se juraron amor eterno, pero lamentablemente el tenía que partir… Pero no sin antes prometer que regresaría y se casaría con ella.

“Ella despidió a su amor, el partió en un barco en el muelle de san Blas.”
“El juró que volvería y empapada en llanto ella juró que esperaría.”

A partir de ese día ella iba cada día al muelle, esperando a cada barco llegar con la esperanza de que su hombre apareciera, pasaron los días, semanas, meses… Pero este nunca llegó. No se sabe del destino del extranjero, si murió en las profundidades del océano o realmente abandonó a Rebeca, sin embargo ella nunca lo olvidó, llegó un día en el que ella perdió la razón, y comenzó a vestirse de novia para esperar a su amor junto al mar.

“Miles de lunas pasaron y ella siempre estaba en el muelle esperando.”
“Y en el pueblo le decían le decían la loca del muelle de san Blas.”

Pasaron los años y ella se hizo viejecita, aún así seguía firme a su promesa de esperar… Era tan nostálgico y conmovedor ver a la novia junto al mar, que su historia trascendió hasta el punto de que el grupo “Maná” le compuso una canción.

En el 2012 Rebeca falleció, sus cenizas fueron arrojadas en el puerto, donde su corazón siempre perteneció y del cual nunca se fue, pues la gente cuenta que en el muelle de San Blas por las noches de luna llena, se puede ver la silueta de una novia mirando hacia al mar.

“Se quedó ahí, se quedó hasta el fin”
“Se quedó ahí. Se quedó En el muelle de san Blas”

Atte. Edy Doo