Muchos han sido los autores de literatura de terror en los últimos siglos, y mientras unos son mejores que otros, existió uno que en su tiempo no fue muy reconocido pero que en las últimas décadas ha tomada una fuerza en la cultura impresionante, y no es para menos, ya que sus historias no tienen que ver con simples fantasmas o monstruos, sino de seres ancestrales que provocan el terror en los humanos no solo por sus terribles formas sino por la inmensidad de sus cuerpos, capaces de provocar la locura con su sola presencia. Se trata de H. P. Lovecraft, y estas son algunas de sus más terribles bestias.
Cthulhu
Seguramente se trata del más conocido de todos, y no es para menos, ya que se trata de una criatura extraterrestre de un tamaño comparable a una montaña entera, con cabeza de pulpo y tentáculos que salen de esta, así como un cuerpo de lo que parecería ser un dragón. Compuesto de una sustancia inexistente en el planeta que se supone indestructible para nosotros. Se trata de uno de los conquistadores de la tierra en tiempos antiguos y que desde entonces se encuentra en reposo en las profundidades del océano.
Según la historia se encuentra dormido gracias a un sello en la ciudad sumergida de R’lyeh en el océano pacífico. Dentro de las historias resulta uno de los pocos que son plenamente conocido por la humanidad, por lo que incluso tiene un culto a su nombre, con seguidores y sirvientes que esperan al momento en que Cthulhu se despierte y provoque el fin del mundo.
Azathoth
Se le describe como el primer motor del caos, la antítesis misma de la creación, el que roe, gime y babea en el centro del vacío final, o lo que es lo mismo, el centro del universo. Se describe como un ser colosal, una masa caótica y sin forma concreta, es una parte del mismo universo y el simple hecho de mirarlo produce locura extrema.
Pero no es todo poderoso, ya que tiene una maldición en él que lo ha hecho un dios ciego que pasa las eternidades del tiempo moviéndose sin parar al son de instrumentos guturales y malditos. Es el caos infinito del universo y el supremo Dios exterior, alrededor de él danzan el resto de dioses al compás de sus melodías demenciales.
Nyarlathotep
A pesar de poder cambiar su forma a placer, se le suele asociar con una gran masa con una larga excreción roja. Es un dios de la mitología de Lovecraft que actúa libremente, y aunque suene extraño es uno de los pocos, ya que la mayoría (como Cthulhu) están encerrados.
Y a su vez parece no tener los mismos instintos asesinos y destructores de los demás, ya que incluso se presta a dar servicios a sus sirvientes humanos, como poseer humanos. También puede tomar forma humana y puede hablar nuestros idiomas, sin embargo, sus intenciones tampoco son necesariamente buenas, ya que a pesar de no matar o destruir, gusta de provocar locura y sufrimiento.
Yog-Sothoth
Es un Dios exterior que puede controlar todo el tiempo y el espacio, aunque está atrapado fuera del universo en el que existimos nosotros. Para poder complacerlo se requieren sacrificios humanos, así como servidumbre eterna. Pero a cambio se pueden obtener conocimientos bastos de misterios del universo, sin embargo, como pasa con otras deidades, si se aprende demasiado de él, traerá desastres y consecuencias fatales a tu vida.
Perros de Tindalos
Fueron creados por la diosa K’thun que utilizó la piel de otra deidad para dar a luz a los terribles perros. Representan todo lo que es impuro y gracias a esta naturaleza odian todo lo contrario, por lo que intentan corromperlo y destruirlo. Sus cuerpos son poco descritos como formas angulares invisibles.
Son capaces de viajar en el tiempo, por lo que la manera más probable de encontrarte con ellos y sus terribles fauces es viajando también. Lo curioso es que sus portales para llegar a cualquier lugar son los ángulos, como las esquinas de las habitaciones, por lo que prácticamente podrían visitar la casa de todos nosotros.