¿Nunca te ha pasado que vas caminando por la calle o estás navegando por internet y de pronto, te topas con una foto tuya que no recuerdas haberte hecho, que no tiene sentido que este ahí, o pasa frente a ti alguien tan parecido a ti que crees haberte visto tú mismo?
Algunas personas llegan a encontrar o toparse con esto, y son sus Doppelgänger, seres provenientes de la mitología nórdica y cuyo nombre significa “doble andante”, y son justamente eso, un doble nuestro.
Según la leyenda o la historia varia su forma, mientras que para los nórdicos se trataba de seres fantasmagóricos que eran capaces de adquirir nuestra apariencia a la perfección, haciendo travesuras en nuestro nombre, como un gemelo malvado que aparece con malas intenciones.
Según muchas de estas historias, las personas suelen asociarlo, en el mejor de los casos, con una molestia, pero en el peor y más macabro, se le relaciona inmediatamente con la muerte inminente de uno de los dos, dejándote libre y con tu vida intacta, o siendo reemplazado por el Doppelgänger.
La literatura, a través de los siglos han hablado de estos extraños seres, mientras que algunos los asocian directamente con vampiros y seres sobrenaturales, con ciertas características fantásticas como su incapacidad para reflejarse en espejos y que sus cuerpos no proyectan sombras, hasta autores más contemporáneos como Edgar Allan Poe que en su historia de William Wilson retrata la peor experiencia que uno podría experimentar en caso de sufrir este incidente, y es el miedo a ser reemplazado.
Pues en estos tiempos, aunque las leyendas e historias de los Doppelgänger siguen existiendo, ya no se les asocia con fantasmas, sino con personas de carne y hueso que, pese a no ser familiares nuestros, comparten con nosotros más coincidencias de las que nos gustarían, compartiendo no solamente el físico sino también la fecha de nacimiento y en ocasiones, hasta el mismo nombre. El mismo que en cualquier momento podría llegar a nuestros hogares y sencillamente reemplazar nuestro lugar en el mundo.
Para muchos de los autores que tomaron inspiración en estos seres, lo más interesante, y al mismo tiempo alarmante del tema, es la extraña posibilidad de ver a tu persona (o al menos una versión idéntica) a través de los ojos ajenos. Y tal vez este sea parte del miedo que aparezca uno de estos Dpopelgänger.
Volviendo al caso de Edgar Allan Poe, se trataba de un maestro que recibía en su clase a un hombre completamente idéntico en todos sus rasgos, tanto físicos como su fecha de nacimiento, su nombre y hasta sus comportamientos y su forma de moverse, resultando en un extraño caso en el que el protagonista ya no sabe si él es William Wilson o lo es el otro.
Durante la existencia de su leyenda se les ha asociado con dobles o hasta con desdoblamientos dimensionales de nuestro otro yo. Y han estado presentes en múltiples culturas, con diferentes nombres, y mientras que en algunas no son más que revelaciones espirituales o creaciones mentales de las personas que les permiten verse desde fuera, hasta de un humano nacido al mismo tiempo de madres distintas pero iguales en todo lo demás, dando como resultado a nuestro yo siniestro y misterioso.