Esta tétrica historia se remonta al año de 1893, cuando una familia compró al gobierno una propiedad con una hermosa vista al mar de la ciudad de La Paz, Baja California Sur, donde sería su nuevo hogar, sin embargo al instalarse se encontrarían con algo que les causaría escalofríos, una colección de horribles y antiguas muñecas de porcelana, las cuales tenían un aterrador pasado detrás.
La familia decidió contactar con el gobierno, para tratar de devolverles las muñecas a los antiguos dueños, pero como si no fuera suficientemente espeluznante la situación, resulta que la dueña anterior había fallecido, su nombre era: Nastia Pavionovera, una bruja proveniente de Rusia que asesinó decenas de hombres y niños…
Y aunque se supondría que con su muerte el terror desaparecería de la ciudad, el espíritu de la bruja aún habita en sus calles, además cabe mencionar que después de que Nastia fuera ahorcada, no se sabe el paradero de su cadáver.
Así que esas muñecas terroríficas pertenecían a aquella bruja despiadada, por lo que la familia pidió el apoyo de que se llevaran las muñecas, cuando arribaron los elementos de la Gendarmería, uno de ellos por accidente tiró a una de las muñecas, quienes tenían un nombre etiquetado, y para la sorpresa de todos, del interior de ella salieron insectos y un desagradable olor a podrido. Cuando inspeccionaron la muñeca con más detalle, encontraron restos de muertos, aunque no se especificó si eran de animales o humanos.
Si se preguntan si es todo, lamento decirles que no, pues al verificar el nombre de la muñeca en los archivos, se descubrió una intrigante coincidencia, el rostro de la muñeca era muy parecido al de una niña que había desaparecido años atrás.
Atte. Edy Doo
Historia basada en la investigación realizada por Gamaliel Valle Hamburgo
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