Esta es mi historia… En mi familia éramos cinco; mi papá, mi mamá, mis dos hermanos y yo, soy la más chica de los tres.
Cuando tenia 7 años mi papá murió muy misteriosamente un viernes 18 de mayo, al realizarle la autopsia, los doctores no encontraron alguna explicación causante de su muerte, era muy extraño.
Algunos familiares decían que lo más probable es que haya sido por brujería, ya que mi padre tenía muchas envidias sobre él.
Mi mamá jamás habló de este tema, ya que éramos muy pequeños en ese entonces, pero desde que mi papá falleció, el ambiente de mi casa se tornó más pesado, aveces por las noches se escuchaban ruidos extraños, como por ejemplo, en el techo de la casa se escuchaba como si alguien caminara arriba de él, también se escuchaban voces cercanas afuera de mi casa, incluso se escuchaban golpes, pero eso no es nada con lo que me sucedió a mi años después.
Cuando tenía 12 años, mi mamá se enfermó de una parálisis facial. En esa ocasión cuando se presentó la enfermedad yo fui con ella al hospital, el doctor le ordenó quedarse allí, así que mi madre me pidió que regresara a la casa junto a mis hermanos, ya que no le gustaba que yo estuviera en el hospital.
Apenas era una niña, pero aún así me regresé desde la capital hasta mi casa.
Al caer la noche, llegaron mis dos hermanos mayores, y les comenté que mamá estaría en el hospital unos días, así que nos preparamos la cena y nos fuimos todos a dormir.
En la madrugada como a las 3 de la madrugada, llego a mi cuarto mi mamá, me despertó y me dijo: “Wendy levántate vamos a fuera”.
Yo estaba desubicada, pues estaba más dormida que despierta, me senté en la cama, restregué mis ojos y le pregunté qué era lo que pasaba, mientras me ponía mis zapatos, pero ella no respondía solo veía fijamente mis movimientos.
De pronto, sentí un horrible escalofrío recorrer por todo mi cuerpo cuando recordé que mi madre estaba en el hospital, por lo cual era imposible que ella estuviera ahí, la volteo a ver con temor y le pregunté: “¿Cómo es que estás aquí…? se supone que te quedarías en el hospital”.
Mi supuesta madre estaba parada junto a mí viéndome fijamente con una mirada profundamente escalofriante, yo no podía dejar de verla de miedo: “¿Mamá, qué pasa?” con la voz cortada le decía.
De pronto mi madre puso una sonrisa escalofriante en su rostro y comenzó a cambiar su figura, yo estaba en shock no podía creer lo que estaba viendo, no reaccionaba para correr ni nada.
La figura tornó a un hombre muy alto, vestido de negro con un sombrero y los ojos se veían rojos brillosos, tenía dientes como los perros, yo tenía tanto miedo que quería gritar pero no podía.
Sentí algo que me tomó del brazo, mientras el escalofriante ser solo estaba parado enfrente viendo, me arrastraba llevándome hacia afuera de la casa.
De la adrenalina de no querer ser llevada fue como reaccioné y comencé a gritar y a llorar golpeando las paredes, gracias a Dios mis hermanos me escucharon y salieron rápidamente de sus cuartos, me vieron tirada en el piso y yo no dejaba de llorar.
Les apunte con la mano hacia donde estaba el hombre, pero al todos voltear había desaparecido, mis hermanos estaban aterrados de verme, no reaccionaba, cuando a los segundos se escuchó una espeluznante risa, mis hermanos me tomaron y nos encerramos en el cuarto de mi mamá.
No dormimos hasta que amaneció y cuando salimos del cuarto todo parecía estar normal, esa tarde nos fuimos de la casa, para irnos con mamá y le conté todo, nos quedamos con una tía mientras daban de alta a mi mamá.
Jamás volví a ver a ese escalofriante ser, aunque en la casa siguen pasando muchas cosas extrañas, pero nada comparado a cómo la pasé esa noche.
Le conté a mi tía cuando nos fuimos a su casa, me dijo que era el diablo el que me quiso llevar, pero que menos mal reaccione y salieron mis hermanos si no, no estaría contando esta historia.
Wendy (convocatoria de relatos de terror Edy Doo)