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El niño

Quiero contarles algo que me sucedió más o menos hace 2 años.

Ese día era normal como cualquier otro, me levanté de la cama y me dispuse a hacer los labores de la casa.

Estaba muy tranquila a pesar de estar sola en mi casa, ya que a veces me daba miedo porque me sentía observada.

Eran mas o menos ‪las 3 de la tarde‬, y me dirigí a la cocina para lavar los trastes y la estufa, acompañada solamente de mi pequeño perrito el cuál se quedó dormido a lado mío a los pocos minuto de empezar a lavar los trastes.

Al poco rato escuché ruidos dentro de la casa, en ese momento pensé que ya había llegado mi hermano y solo trataba de asustarme así que no le tome importancia.

De repente mi perro que seguía dormido se paró y comenzó a ladrar muy desesperado, al verlo así me dio mucho escalofríos pues no suele hacerlo a menos que haya algún desconocido.

Volteo atrás de mí para ver a quien le ladraba, no podía creer lo que estaba viendo, estaba segura que no era mi imaginación.

Había un pequeño niño de unos 4 o 5 años con un pantalón y playera azul, su ropa era sucia. Cuando lo tuve de frente viéndolo en shock, él niño salió rápidamente corriendo hacía el patio.

Reaccioné y en ese momento se me ocurrió ir tras él pero cuando cruzó la puerta desapareció.

Estaba muy espantada, no podía creer lo que había visto, no dejaba de pensar en ello, recuerdo que dejé de hacer los labores para esperar que alguien más llegara a la casa, sinceramente al tranquilizarme un poco de la impresión comencé a pensar más claro, era solo un niño, comencé a sentir un poco de lastima.

Aquel mismo día, pero de noche fui a mí cuarto a descansar y cuando me quedé dormida comencé a soñar con él mismo niño que había visto esa tarde, recuerdo que en mí sueño el niño no decía nada, solo tenía una carita triste y una mirada tierna, nos quedábamos en un jardín sentados mirando hacia la nada.

Pasaron días y volví a verlo, no puedo negar que me dio miedo, pero algo dentro de mi me decía que él niño me quería decir algo, pues cuando lo vi sólo me miraba con mucha atención a todos mis movimientos y luego desaparecía.

Otro día que lo vi mientras bajaba las escaleras puede notar que tenía una expresión de tristeza y temor, me dio tanta tristeza que me arme de valor y le dije: “Si necesitas algo dímelo” lo cual era de esperarse, no me respondió y desapareció.

Ese mismo día me dispuse a llamarle a mi abuela, ella tenía más experiencia con estas cosas que yo, se sorprendió cuándo le conte, pues yo siempre he sido muy miedosa para esos temas.

Me dijo que tal vez sólo necesitaba luz para su camino, me recomendó prenderle una veladora y hacerle una oración al pequeño.

Cuando llegó la tarde de ese mismo día, me puse a rezar con una vela, en mi pensamiento le dije que necesitaba irse porque este lugar ya no era para él, cuando llegó la noche me fui a descansar.

Soñé con un hermoso jardín, lleno de flores, se sentía una tranquilidad que no sabría como describirla, recuerdo que yo vestía un vestido azul y estaba descalza por el pasto que había en ese lugar, después apareció el pequeño niño justo a mi lado con un traje blanco cómo la nieve, me decía adiós con su pequeña mano y en su cara se notaba una gran felicidad.

Cuando desperté no pude evitar llorar, pues yo sentía muy dentro de mí que el pequeño niño ahora estaba en un lugar mejor.

Siempre que lo recuerdo siento una paz interior, no siento ni miedo de recordarlo, solo paz a veces no puedo evitar soltar unas lágrimas pero se qué esta en un mejor lugar.

Ahora estoy segura que si algún otro día llega algún espíritu más a pedirme ayuda yo se la daré, porque todos merecen estar en paz.

Pamela Baca (convocatoria de relatos de terror Edy Doo)