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El perro negro

Esto sucedió en el año 2005 en Paraguay. Se corrió la voz de un extraño rumor del cual hablaba la gente que vivía cerca del lugar.

Todo comenzó en la madrugada, la comisaría N° 40 fue alertada por los vecinos de la zona sobre supuestos movimientos y extraños ruidos en el cementerio local.

La policía acudió al lugar y cuando faltaban unas cuantas cuadras para llegar se detuvieron de inmediato; pues había un olor nauseabundo y putrefacto que inundaba los alrededores del cementerio, a pesar de esto, los oficiales siguieron avanzando cubiriendose la nariz y la boca con los brazos.

Al estacionar el carro se bajaron del carro tres policías que se dispusieron a entrar al cementerio, se percataron que el olor era aún más intenso, pero aún así tenían que seguir la caminata para averiguar esos ruidos que tanto se quejaban los vecinos.

Los policías llevaban sus linternas y apuntaban hacia todos lados intentando ver si alguien más se encontraba dentro del cementerio.

A lo lejos comenzaron a escuchar un extraño sonido, el ruido era parecido a la de un animal devorando algo.

Caminaron siguiendo el sonido, y cuando estaban más cerca uno de los policías alumbró hacia lo lejos y vió lo que al parecer era un perro gigante que se encontraba de espaldas, uno de ellos regresó rápidamente al carro por una cuerda para después sacarlo del cementerio, mientras que los otros dos esperaban escondidos para no hacer ruido y ahuyentarlo.

Cuando el policía con la cuerda llegó se acercaban poco a poco, para no asustarlo y también por su seguridad, ya que no sabían si era realmente era un perro o algún otro animal peligroso que intentara atacar.

Mientras más se acercaban más sorprendidos y dudosos estaban de continuar, ya que el perro se veía más grande a cada paso que daban.

El animal dirigió la mirada hacia ellos al escucharlos, quedaron aterrados al verlo de frente, era parecido a un perro, pero más grande de lo normal, estaba deforme y feo, con extremidades alargadas y los dientes filosos y amarillos, el animal estaba comiéndose los restos de un cadáver.

Los policías pasmados al ver ese extraño animal que tenía apariencia de un demonio, enfocaron la linterna directamente hacia los ojos de este animal encandilándolo con la luz, el perro dispuesto a correr, los tres se acercaron rápidamente y pudieron capturarlo; lo sacaron a rastras del cementerio y se lo llevaron a la comisaría.

Los policías seguían sorprendidos comentando que la mirada del animal causaba escalofríos, nunca en su vida habían visto un perro tan grande y tan feo, con muy poco pelo y de color negro; al llegar a la comisaría reportaron lo sucedido y después lo sacaron del vehículo para atarlo fuerte en el partió trasera de la comisaría, lo dejaron ahí hasta que amaneciera y pudieran comprobar qué demonios era ese animal o extraño espécimen que acababan de descubrir.

Al amanecer, la sorpresa fue gigante para ellos, alrededor ‪de las 6 de la mañana‬, uno de los oficiales fue al patio para ver la criatura y notó que ya no había ningún animal, solo un hombre de 40 años aproximadamente de edad lamentándose y preguntando porque lo habían amarrado y puesto allí. El policía aterrado le habló a sus compañeros y no se explicaban lo que sucedía.

Según las averiguaciones el señor era un taxista de la localidad que vivía solo, según los vecinos decían: “El señor sólo trabaja durante el día y cuando llega la noche se encierra y no se le ve hasta la mañana cuando amanece”, sin suficientes pruebas en su contra fue puesto en libertad y a la semana se fue de esa localidad, no se supo de él nunca más.

Anónimo (convocatoria de relatos de terror Edy Doo)