La historia que les voy a contar comienza en la ciudad de Puebla hace 20 años, este triste y aterrador hecho le ocurrió a mi tía materna, ella se llama Rufina.
Fue una madrugada que llegó de trabajar mi tío Jorge, él trabajaba en la noche por lo que llegó a las 4:30 de la mañana, mi tía estaba acostumbraba a comenzar su día desde muy temprano, después de que llegaba mi tío Jorge ella bajaba a darle de cenar.
Rufina tenía tres hijos uno de 8 años de edad, otro de 5 y el más pequeño tenía tan solo 9 meses, tenía una casa muy grande pero no tenían vidrio las ventanas sino plástico.
Esa madrugada como todas le dio de cenar a su marido mientras los niños dormían en sus habitaciones, Rufina dice que comenzó a sentir un mal presentimiento pues mientras estaba en la cocina empezó un viento muy fuerte, tan fuerte que algunos plásticos de las ventanas se zafaron.
Mi tía cerró la puerta de la cocina que daba al patio pues con el aire se azotaba muy fuerte.
Se hicieron las 5:00 de la mañana y mi tía hacía sus deberes del hogar como era de costumbre mientras mi tío se recostó un rato en la sala para descansar hasta quedarse dormido.
Rufina a las 5:30 a.m. mientras terminaba sus deberes escuchó un ruido muy fuerte sobre una lona que tenía colgado en el patio, se asomó y vio como una sombra que aleteaba, pensó que se trataba del viento pues cada vez llegaba con más intensidad.
Siendo las 6 a.m. a Rufina se le hizo extraño que su bebé de 9 meses no despertara, pues normalmente a esta hora despertaba pidiendo comida, decidió dirigirse a la habitación a ver qué todo estuviera bien, al momento de entrar cual fue su sorpresa, el bebé estaba llenó de moretones con sangre, y muy pálido, Rufina soltó en llanto y gritó tan fuerte que despertó a mi tío y a sus otros hijos.
Jorge corrió hacía Rufina, quedó completamente devastado y con mucho dolor al ver a su pequeño, de pronto vió que en el techo había como una especie de saliva con sangre, y de inmediato se dió cuenta que había sido obra de alguna bruja.
En llanto y sed de venganza mi tío salió al patio con una escopeta en la mano, sorprendentemente vió cuando la bruja voló por encima de él llegando al techo, mi tío le soltó un plomazo y le alcanzó a dar, la bruja cayó fuerte sobre él techo, y él corrió hacía arriba para encontrársela frente a frente.
Al llegar mi tío quedó impactado al ver a una mujer cubriendo su rostro, parecía una mujer común y corriente pero ella estaba mal, se arrastraba por la herida que la escopeta le ocasionó, no duró mucho la mujer a la vista cuando unos segundos después desapareció.
Después de lo ocurrido llegó la tarde del velorio y mi tía Rufina llevaba con ella un dolor increíble al perder a su hijo, sin darse cuenta quien llegaba y quien se iba.
De pronto vió que se acercó a ella una vecina para darle las condolencias, pero descubrió que aquella vecina caminaba muy extraño, como si hubiera tenido algún accidente, Rufina le preguntó a su vecina que por qué caminaba así y su vecina solo le contestó: “Solo es un dolor, al rato se me pasa”, pero mi tía tenía nuevamente ese extraño presentimiento, algo dentro de ella le decía que algo estaba mal.
Sospechando de su vecina, fue corriendo hacia su marido, le dijo pero la mujer desapareció misteriosamente en cuanto dió la vuelta Rufina para señalarla, después de ahí no la volvieron a ver nunca más, Rufina estaba segura que su vecina había sido aquella bruja que causó la muerte de su pequeño bebé.
Lupita Perez (convocatoria de relatos de terror Edy Doo)