Skip to content

La señora del café

Yo trabajo en aerolíneas, mi puesto es de sobrecargo en aviación. En los más de 3 años que llevo volando he escuchado un sin fin de historias que a cualquiera se le erizarían los vellos del cuerpo, esta es una de ellas…

Uno de mis compañeros de sobrecargo platicó que mientras estaba en su turno, él abordaba el vuelo.

Una señora mayor, muy bonita con abrigo largo y negro se le acercó a mi compañero y le pidió un café con 3 de crema y con azúcar, le pidió de favor que se lo llevara a un señor que se encontraba sentado hasta adelante de los asientos, señalándolo, le comentó que a su esposo le gustaba tomarlo así.

Mi compañero le pidió amablemente a la señora que se sentara en su asiento, diciéndole que él le llevaría el café en un momento.

El sobrecargo olvidó el encargo de la señora en ese momento, ya que se encontraba muy ocupado con otras cosas, después durante el vuelo recordó el encargo de la señora y fue a preparar el café del señor.

Llegando al asiento donde se encontraba el señor se percató que lucía muy extraño, tenía unos ojos muy cansados, cara demacrado, parecía estar enfermo.

El sobrecargo le dejó el café pero el señor sin voltearlo a ver le dijo que no era para él, que se había equivocado, el sobrecargo le comentó que le habían dado indicaciones de que le llevaran el café, el señor desconcertado volteo a verlo y le preguntó: “Quien le dijo…?”

Y mi compañero respondió que había sido su esposa, el señor estaba sorprendido, le dijo que eso no era posible, ya que él viajaba solo.

Mi compañero insistió explicándole que en abordaje su esposa se le había acercado y le había encargado el café, tal y como le gustaba tomarlo, recalcándole que hasta lo había señalado, comenzó a describirle a la señora tal y como era, mientras el pobre hombre sorprendido comenzó a llorar diciéndole a mi compañero que su esposa iba en el avión pero que se encontraba en el compartimiento de carga. (Quizá no sepan esto, pero a veces en los aviones trasladan cuerpos).

El sobrecargo sin entender se quedó callado y sorprendido, el señor le explicó que dos días atrás habían tenido un accidente en la carretera, por lo que su esposa había fallecido, y que él la trasladaba para su cuidad natal, su esposa iba embalsamada bajo el avión.

El señor no paraba de llorar mientras que mi compañero al escuchar esto quedó totalmente sorprendido y helado, con un enorme nudo en la garganta, el señor se secaba las lágrimas de los ojos dándole las gracias al sobrecargo y tomó el café.

Hay un sin fin de historias que se cuentan en la aerolínea, historias que hasta el más valiente se le ponen los pelos de punta. Esta fue la que más me impactó a mí.

Víctor Chavez (Convocatoria de relatos de terror Edy Doo)