“Por Carlitos Ruegue Ud y el espíritu de este niño lo ayudara” es la leyenda que esta escrita sobre la tumba del niño Carlitos, la tumba más popular del panteón “Yáñez” en Hermosillo, Sonora.
Este sepulcro pertenece a un niño llamado “Carlitos”, que el 1 de enero de 1940, conoció la muerte a la corta edad de 11 años, después de que fuera arroyado por un camión de frutas y verduras, mientras jugaba con sus patines; Aunque también existe otra versión que dice que Carlitos fue alcanzado por una granada, que fue lanzada a un internado de niños de escasos recursos.
No se sabe cuando ni como, pero de pronto la tumba de Carlitos era visitada diariamente por personas enfermas y necesitadas, que le pedían ayuda al niño, querían que les cumpliera el milagro de sanar, encontrar trabajo y muchos cosas más. De pronto su tumba se fue llenando de color, pues las personas que se encomendaban a el, volvían ahora a agradecer, ya que sus milagros fueron cumplidos.
Le agradecen llevándole juguetes, dulces, monedas, veladoras y muchos tipos de regalos, también se le regaló una lamina que funge como techo, para proteger la tumba del sol y la lluvia.
Uno de sus milagros más conocidos por sus creyentes es el de una niña que no podía caminar, y después de que Carlitos escuchara sus suplicas, ella volvió a andar; también el caso de un hombre que fue encarcelado siendo inocente, después de que su esposa visitó la tumba de este niño, Carlitos le concedió al prisionero la libertad.
Sobre la tumba de Carlitos se puede encontrar su foto, de cuando tenía dos años de edad, ese es el caritativo niño que hace milagros, sin embargo también se dice tiene el poder de castigar, pues a la persona que le ha llegado a robar sus regalitos, lo maldice con una vida de mala suerte.
Atte. Edy doo