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La ciudad negra de Filipinas

Dentro de la cultura y folclor de cada país se encuentran leyendas de lugares secretos, como en las culturas mexicanas y prehispánicas se creía que ciertos lugares te llevaban al inframundo. Pues de esa forma existe en las filipinas la leyenda de la ciudad Biringan, o mejor conocida como “La ciudad negra”, supuestamente ubicada en la Provincia de Samar, y se le denomina “lugar donde uno encuentra a quienes se han perdido”.

Lo más interesante de este lugar, es que se cuenta que es un lugar físico y que ha habido personas que lo han visitado, incluso hay documentos históricos en que se habla de hombres que fueron, regresaron y contaron lo que habían visto. Todos describen a la ciudad perdida como un lugar con apariencia de ruina, pero con un aura dorada.

Según esas mismas personas también está habitada, pero no son humanos sino unas criaturas descritas como “encantados”, seres capaces de adoptar la forma que quieran, y de las que se cree podrían ser quienes han “regresado” a nuestro mundo, ya que pueden imitar la apariencia de cualquier persona. Esto se reafirma dentro de su historia, ya que se dice que dichas criaturas han tenido descendencia en nuestra tierra.

Dichas criaturas, al parecer, gustan divertirse con los humanos, por lo que buscan seducir sus mentes tomando formas muy atractivas, sin embargo, también pueden convertirse en monstruos y animales, se dice que la única manera de identificarlos es viendo la falta de su labio superior, lo que solo los hace más extraños. Se cuenta en las mismas historias anécdotas de estos seres, entre los cuales se encuentran una que se hizo pasar por una mujer y que se divertía secuestrando hombres y llevándolos a la ciudad. Se dice que incluso una persona pudo regresar, pero no lo hizo porque en sus palabras a pesar de ser un prisionero, nunca había estado en algún lugar más bello.

También han existido fotografías de aquel lugar, pero siempre acaban desapareciendo convenientemente, o se han tratado de supuestas fotografías de los encantados fantasmas, por lo que solo puede verse lo que uno quiera.

Hace décadas unos satélites japoneses encontró cerca de la región donde se cree que está la ciudad, unas grandes reservas de oro y uranio, por lo que llevó la maquinaria necesaria para explotarlos. Sin embargo, numerosos accidentes y desapariciones misteriosas inmediatamente hicieron pensar a los lugareños acerca de un ataque por parte de los entes de la ciudad para protegerla. Por ese motivo acabaron dejándolo, y para los lugareños se trató de una prueba más de que ese maravilloso lugar de leyenda realmente existe.