Muchos son los textos que se han ido acumulando en la historia, acerca de todo tipo de entes, desde el dios de cada cultura y religión, sus ángeles y hasta los demonios de cada una. Y así mismo ha sido la representación de Lucifer, o comúnmente conocido como el “Diablo”.
De este último se ha escrito mucho, pues también ha hecho mucho, intentando influenciar a las personas a caer en actos funestos o prohibidos, o llevando a cabo todo aquello que representa el mal mismo, pues hasta ha habido asesinos que han asegurado haber hecho lo que hicieron solo por órdenes de este ser maligno.
Pero hay algo en la historia, que revela algo que no se había conocido antes: “La escritura particular del Diablo”.
Durante mucho tiempo se tuvo una certeza absoluta de que el Diablo tenía contacto directo con las brujas, y por ello existen libros como La magia suprema roja y negra, que habla y da instrucciones específicas para las invocaciones, los conjuros, exorcismos y sortilegios, entre otras cosas.
En resumen, formas de invocar demonios y hasta al mismísimo Lucifer, para llevar a cabo tratos con él. Por lo que podría pensarse que esto es el trato más cercano que los humanos hayamos tenido con él. Pero no es así, un sacerdote según esta historia, fue quien tuvo el privilegio o la maldición de tener este título, pues no solo fue poseído por el demonio, sino que escribió en un idioma que nunca se pudo descifrar, un curioso manuscrito, con el que se aseguraba se trataba del idioma del infierno.
Dicha historia es relatada en la obra llamada “Introductio in Chaldaicam linguam, Syriacam atque Armenicam et decem alias linguas characterum differentium alphabeta circiter quedraginta et eorundem invicem conformatio.”
En ella se nos contaba la historia de un sacerdote muy joven llamado Ludovico Spoletano, quién, por algún motivo que no se nos específica, había acabado siendo poseído por el diablo mismo, y de la misma forma que entró en el, se fue, sin que hiciera falta un exorcismo.
Tal vez, lo hizo con otra intención aparte de atormentar al pobre sacerdote, pues apenas el trance se fue, se dieron cuenta que durante la posesión había escrito un manuscrito muy extraño, pues cuando comenzaron a estudiarlo no encontraron nada similar, estaba en un idioma desconocido.
Pronto se hicieron copias de dicho manuscrito y se mandaron alrededor del mundo con la esperanza que alguna cultura encontrara similitudes con sus idiomas, pero no se consiguió éxito. Lo único que se pudo apreciar era que las letras compartían cierta similitud con el antiguo idioma Amárico, el cual se cree que fue el idioma hablado en el mismísimo Edén.
Según el mismo relato, el manuscrito podría tratarse de una pregunta que Ludovico pudo haber hecho al diablo, a la que este habría accedido a contestar, sin embargo, como es común en los pactos con demonios, lo hizo en un idioma que nadie nunca pudiera comprender.
Muchas personas creen, sin embargo, que no se trata de otra cosa más que de un texto muy bien criptografiado, un texto escrito con cierto código para mantener su contenido oculto, y no tanto un idioma infernal. Pero de ser así, se estaría hablando de un texto que se ha mantenido por más de 500 años sin poder ser descifrado.
Para los demás, es la prueba máxima de que el diablo existe y es más real de lo que nos gustaría. Su copia más visitada se encontraba en la Universidad de Queens y allí fue visitada por muchos turistas curiosos.