El océano es ese último rincón del mundo que aún hoy en día no hemos podido descifrar ni descubrir por completo. En tiempos antiguos fue un lugar lleno de leyendas y mitos, algunos de ellos se han descifrado gracias a los científicos modernos, pero otros siguen sin resolverse.
Algunos de ellos son los aterradores barcos fantasmas, buques desaparecidos que de pronto volvían a aparecer, con suministros y en perfecto estado, pero sin tripulación alguna. De algunos se supo la causa, de estos que te contaré a continuación, no.
Mary Celeste
31 metros de largo y casi 300 toneladas de peso, un bergantín que surcaba el Océano Atlántico en 1872. Cuando se halló, el buque navegaba a toda vela, y a pesar de poder albergar a una gran tripulación, al momento de abordarlo no encontraron una sola alma.
Muchas teorías apuntaron a que pudo haber sido provocado por un motín o un asalto pirata, ya que los botes salvavidas estaban en sus lugares, sin embargo había algo que hacía resultar todo muy misterioso: la comida estaba servida en el comedor.
Y aunque se podría pensar que pudo haber quedado ahí tiempo atrás, en un lugar como un barco que nunca deja de moverse y tambalearse ¿Cuánto pudo haber aguantado un cuenco de sopa sobre la mesa? Sin duda, uno de los misterios más inexplicables del mar abierto.
El Octavius
El navío volvía de un viaje transatlántico hacía Inglaterra cuando quedó atrapado por el hielo. O al menos fue lo que se creyó, pues se había dado por perdido hasta que en el año de 1775, un barco ballenero se cruzó con el Octavius navegando sin rumbo y decidieron abordarlo.
Cuando lo hicieron la escena les pareció irreal: toda la tripulación del Octavius estaba ahí, pero sus cuerpos estaban innertes y congelados por el frío del ártico. Lo más aterrador fue ver la bitácora del capitán que tenía fechado su último registro en el año de 1762, lo que daría como resultado a un barco que había navegado sin rumbo por 13 años con su tripulación muerta en el.
Lady Lovibond
El velero partió en 1748 con rumbo a Oporto, Portugal, y todo el viaje fue sin ningún percance hasta que se llegó a las Goodwin Sands, una zona de aproximadamente 10 millas y que está llena de arena fina, la cual al moverse con la corriente crea cambios de altura afectando a las embarcaciones.
Son tan mortíferas que se conocen 2000 naufragios en la zona. Y a pesar de que la tripulación era experimentada, hubo algo que el capitán no pudo prever. Uno de sus subordinados estaba enamorado de su mujer, y la rabia por el amor no correspondido lo llevo a sabotear el timón, haciendo perecer a toda la tripulación en las arenas movedizas.
Años después, otra embarcación volvió a surcar las arenas, y en la bitácora del capitán se describía que habían topado con un velero con las mismas características que el Lady Lovibond, solo que a pesar de maniobrar, no había ninguna persona en la cubierta. El capitán intento seguirlo, pero el barco poco a poco fue desapareciendo en la niebla.
SS Baychimo
Un buque carguero que por años trabajo eficazmente, hasta que en el año de 1931 quedó atrapado en el hielo de Alaska, siendo abandonado por su tripulación en medio de una tormenta. Cuando el clima se despejo quisieron volver al navío pero este había desaparecido.
Inmediatamente se dio por hundido, sin embargo, tiempo después comenzaron a correr rumores de que se le había visto navegando por las costas de Alaska solo para desaparecer nuevamente.
La última vez que se vio al navío fue en 1969, casi cuatro décadas después de la primera desaparición.
Ryou-Un Maru
Más recientemente, en el año del 2012, apareció sobre el territorio americano un buque pesquero japonés. Luego de haber viajado durante todo un año presuntamente sin tripulación. A causa del tsunami que azoto Japón, el barco perdió rumbo y acabo navegando y dando el solo la vuelta al mundo.
Y aunque nunca se ha mencionado el paradero de su tripulación, en caso de haber estado alguien ahí en el momento de la catástrofe, el barco no estaba listo para un abordaje con suministros, y seguramente pereció en el año a la deriva.