Skip to content

Íncubos y Súcubos – Conoce sus Ataques Sexuales Historias Reales

Conoce los ataques sexuales de demonios, estos seres infernales son llamados: Íncubos y Súcubos

Estos ataques son extremadamente atemorizantes, ya que son agresiones sexuales paranormales a las personas, la mayoría de las veces mujeres.

¿Que es un Íncubo?

Incubo es un demonio masculino que busca placer, su nombre representa a la palabra “sobre” o “yacer”, su esencia radica en el significado “me acuesto sobre ti” el principal objetivo de lo demonios íncubos es pervertir y robar la energía vital de las personas.

¿Que es un súcubo?

También existe un demonio femenino que también abusa sexualmente de los hombres… Su nombre es Súcubo.

Íncubos y Súcubos en la historia

Su existencia viene de varias leyendas árabes, en todas ellas estos seres se representan de diversas formas, los íncubos desde un enano, un señor viejo y alto, o un joven que pretende seducir y envolver a la mujer a realizar todas las depravaciones y deseo más bajos.

Los Súcubos suelen aparecerse en una figura femenina muy atractiva.

A lo largo de la historia ha habido varios casos de íncubos y súcubos que han sido caracterizados por los ataques salvajes a sus víctimas.

El demonio Zabulón es uno de los que ha formado parte de una gran cantidad de casos conocidos, el más sonado es uno que remonta al año de 1634, donde este ser agredió sexualmente a una gran cantidad de monjas en un convento, el caso se conoce como “las poseídas de Loudun”.

El caso es famoso ya que el exorcismo para expulsar a este ente duró mucho tiempo, todo fue causa de una invocación que hizo el padre del lugar llamado Urbain Grandier, el cual fue quemado en la hoguera por brujería, después de este espeluznante hecho.

Isaacaro es otro íncubo que ataca de manera salvaje a sus víctimas, el coito es el principal eje de estos demonios, se menciona en el libro “La quinta dimensión” de Albert Griffin que estos incubos llevaron una batalla contra sus compañeros ángeles, estos demonios fueron celestiales en un momento, pero bajaron a la tierra a tener relaciones sexuales con humanos, por ello fueron condenados al infierno.

En México se cuenta con un demonio íncubo muy conocido, este se llama Rauel, existe una gran cantidad de escritos en el episcopado del país sobre casos donde este demonio atacó de manera constante a diversas monjas, cabe destacar que estas, son las principales víctimas de estos entes.

Existe un caso muy famoso en Estados Unidos, del cual incluso hicieron una película Llamada: “The Entity”, el evento se presentó en Culver City, California, donde la ciencia intervino para poder ayudar a Doris Bither, mujer que era constantemente acosada sexualmente por un demonio, esto sucedió en la década de los 70, donde comenzaron los primeros estudios paranormales usando la tecnología como factor para descubrir a los fantasmas.

El íncubo de este caso fue en extremo agresivo, incluso atacaba estando otras personas, es por ello que el caso de Doris fue muy sonado alrededor del mundo, de este existieron muchos testigos que afirman que esta historia es veraz.

Un caso de Súcubos, se dice que fue el del Papa Silvestre II, quien estuvo en una relación con un demonio femenino por muchos años, ella se llamaba Meridiana, una súcubo que satisfacía los deseos carnales del hombre de la religión, además de la pasión que ella le brindó, se dice que la demonio lo ayudó a subir al trono.

¿A quienes atacan los íncubos?

Aunque en la historia también han ocurrido casos de hombres que han sido atacados por íncubos, generalmente atacan a las mujeres, sus favoritas son las religiosas como las monjas, y las mujeres muy hermosas.

¿A quienes atacan los Súcubos?

Suelen ser a los hombres virtuosos, jóvenes y religiosos.

Íncubos y súcubos como combatirlos

Es importante saber si el problema del afectado o afectada es médico o es de índole sobrenatural, si llegará a ser la segunda opción, es rezar un poco antes de dormir, utilizar amuletos de protección, y lo más importante… ser fuerte y ordenarle al demonio que se aleje de tu cuerpo, pues no es para su gozo.