Sin importar en qué lugar vivas, seguramente exista alguna escuela cristiana, en donde la única diferencia con las otras escuelas es llevar una clase extra de catecismo. No es tan malo ¿o sí? Pues no lo sería de ser porque no todas las escuelas de este tipo son iguales…
En Reino Unido ha existido durante más de 40 años una escuela cristiana fundamentalista llamada ACE, Accelerated Christian Education, que fuera de los rezos practicaban exorcismos en los pequeños. Y si ha durado tantos años, fue porque sus alumnos finalmente rompieron el silencio.
Uno de los alumnos que acudió al periódico The Independent de manera anónima, describió las horribles cosas que cuando eran chicos tuvieron que pasar en la escuela, y que no habían mencionado por temor a la opinión pública.
Dijo que los exorcismos tenían lugar como parte de las asambleas escolares, eran en grupos de varias decenas y siempre había varios adultos, quienes eran los que los convencieron de que el Espíritu Santo llegaría a ellos de manera física, provocándoles convulsiones, y repitiendo tantas veces esto que los hicieron pensar que era algo normal.
Muchos de ellos acababan presentando las convulsiones y entonces todos los demás se ponían a rezar para intentar alejar a los demonios que se decían se estaban apoderando de su cuerpo. Y como prueba para los afectados, mientras estaban en ritual se les empujaba hacia el suelo, en caso de resistir la caída se le acusaba de no aceptar a Dios. Algo muy traumático para los niños.
Las niñas por su parte llegaron a sufrir de peores maneras, pues desde pequeñas eran instruidas para casarse según “la voluntad de Dios”, que resultaba en ser una voluntad un tanto extraña, pues las hacían casarse con hombres mucho mayores que ellas y que eran parte de los grupos de la iglesia, apenas alcanzaban la edad legal para casarse.
Parte de esta preparación incluía separarlas de los niños de su edad para que no buscaran relaciones en otra parte, por lo que aquellas que eran elegidas tenían estrictamente prohibido acercarse a los niños, y mucho menos llegar a tener contacto físico con alguno de ellos, pues según cuentan, si besaban a alguno de ellos podían castigarlas golpeándolas con una pala de madera.
Algunos de estos casos podían llegar a ser tan extremos como el caso de una joven que era 23 años menor a su esposo, y al cual conoció cuando apenas tenía 7 años, y desde esa precaria edad fue educada para que quisiera casarse con él, dejando que se sentara en sus piernas y jugara con ella, pero cuando cumplió la mayoría de edad no pudo pensar en otra persona para casarse que en él.
Los maestros de dicha escuela también tenían un manual que les explicaba de que manera castigar a los alumnos, generalmente con golpes. Sin embargo, la escuela ha declarado que las acusaciones no son ciertas, a pesar de los numerosos testigos. Y otra prueba de su terrible trato son los valores que siguen promoviendo a sus alumnos, como que las mujeres están sometidas a los hombres, que la homosexualidad no es natural y que no existe otra verdad que la creación divina.