“…para sacar y ahuyentar los demonios, y curar especialmente todo género de maleficios, y hechizos”. Es como describe el propio autor a su libro, llamado: “Práctica de Exorcistas y ministros de la Iglesia” escrito por el padre Benito Remigio.
Pues sean o no como en las películas, la práctica de los exorcismos existe, como es bien sabido, y seguramente no tengan que ver con una niña volteando la cabeza, como se suele imaginar, pero son reales, y este libro es una de las pruebas pues describe a manera de guía sobre cómo rezar para invocar a los santos y ahuyentar a los demonios.
El autor era parte de una orden de clérigos regulares, que son distintos a los monjes y los frailes dado que los primeros viven en comunidad, contando con mayor libertad personal y teniendo menos obligaciones comunitarias.
Y lo que debían hacer mayoritariamente era la educación de los más jóvenes, la predicación y el cuidado de los enfermos. Por lo que no resulta difícil pensar que uno de ellos, Benito, hubiera querido realizar este libro, tanto para ayudar, como para dejar por escrito sus experiencias en el exorcismo.
Los exorcismos que se describen, como se puede ver, no tienen mucho que ver con lo que se nos ha mostrado por la televisión o el cine, y se acerca más al conocimiento y la fe.
Para empezar por que entre sus páginas nunca se menciona que debas atar o amagar a la persona poseída, ni tampoco que tenga algún efecto negativo en ellos el tocar una cruz o algo por el estilo. Dejando en claro que todos esos solo son elementos propios del dramatismo de una película, pero que estas prácticas son mucho más serias de lo que se cree.
Pues la expulsión de un demonio, según esta guía, depende más de llegar a un trato o juramento con él, justo como su nombre indica, pues la palabra exorcismo deriva del griego exousia, que significa eso: juramento. Algo que seguramente no era fácil de conseguir pues, como bien se sabe, los demonios son muchas cosas, pero seres honestos y de palabra, nunca.
Para conseguirlo el libro explica en profundidad la manera en que uno debe tratar con el demonio, que a veces puede incluir el vestirlo con ropa religiosa y arrodillarse junto a él para rezar, y con esto lograr invocar santos o vírgenes que sirvan de ayuda para poder alejarlo del cuerpo, pero generalmente era más un debate entre el exorcista y el demonio para llegar al acuerdo que dejara en libertad a la víctima.
Incluso existe una parte que explica como deshacerse de bichos y plagas en las cosechas, lo que en tiempos medievales seguro fue bastante usado, al no tener acceso a los métodos que existen hoy en día. Se trata de salmodias que había que rezar para alejar principalmente a las langostas.
También están incluidos los métodos para alejar patologías que en su tiempo se les consideraba algo endemoniado, cuando se trataba de ataques de epilepsia o trastornos esquizofrénicos, que al ignorarse su origen se le atribuía al demonio.
Uno de los más extraños es el de la enfermedad de Huntington, que provocaba en el enfermo muchos espasmos involuntarios que lo hacía parecer estar bailando un extraño baile, y que en su momento, los exorcistas denominaron como una manifestación del demonio a través del poseído.
Parte de lo más interesante de este libro es que es bastante sencillo encontrarlo en tiendas digitales, por lo que, si te interesa el tema y quieres acercarte un poco más a los exorcismos desde la perspectiva real en que ha sido llevado a cabo por la iglesia desde hace siglos, es una compra muy recomendable.