Según el diccionario, una fobia es “…un temor intenso e irracional, de carácter enfermizo hacia una persona, una cosa o una situación”, y generalmente suelen ocasionarse por distintos traumas o experiencias y en ciertos casos, heredarse por genética. Existen de todo tipo, y algunas son tan comunes que forman parte de nuestra vida diaria, tal como lo es la claustrofobia, que es un miedo a los espacios cerrados y la aracnofobia, el miedo a las arañas. Sin embargo, existen otras no tan conocidas, que quienes las padecen deben sufrir, en algunos de los casos, cada día de su vida.
Somnifobia
Dormir es algo que todos los humanos debemos hacer, y lo hacemos de manera involuntaria, tanto si es para renovar nuestras fuerzas como para aprender lo vivido durante el día, aquellos que sufren somnifobia tienen un miedo absoluto a llevar a cabo esta simple y necesaria práctica. Está asociado generalmente al miedo a la muerte, pues no es el miedo a la acción de dormir, sino de morir mientras se duerme.
Los pocos casos que se han hecho públicos suelen tener en común que han sido personas que han tenido una situación médica delicada y temen que al dormir puedan morir. Por lo que se esmeran todo lo que pueden para evitar caer dormidos al anochecer, y aún cuando lo hacen (pues el cuerpo no puede mantenerse sin hacerlo) cuentan que es sumamente incómodo, como si todo el cuerpo sintiera ese peligro y no dejara descansar realmente.
Coulrofobia
Este es uno de los más famosos, pero no por ello menos terribles, pues se trata del miedo a los payasos. No son muchas personas quienes tengan esta fobia, contrario a lo que podría creerse pues solemos identificar como tal a las personas que se incomodan con su presencia, sin embargo, tener la fobia como tal suele traer diversos síntomas mucho más graves que pueden llegar hasta presentar taquicardias.
No se sabe a ciencia cierta que es lo que lo provoca, pero los psicólogos creen que es algo derivado a la imagen que el cine y la literatura ha retratado de ellos, en esas historias como “It” donde lo que debería ser un payaso carismático es un siniestro asesino.
Ombrofobia
La lluvia para muchos puede ser algo relajante, aunque para otras no es más que una molestia, pero para aquellos que sufren la ombrofobia, es una pesadilla. No tiene tanto que ver con las tormentas, sino con una simple lluvia, en ocasiones se extiende a ver el cielo nublado o al olor que hay antes de que llueva. Tal es el miedo de estas personas, que suelen ver como bendiciones a los paraguas y todo lo que los pueda proteger del agua. Se suele ocasionar por experiencias traumáticas donde haya habido lluvia.
Uranofobia
Si fuiste educado en una familia religiosa, seguramente en algún momento de tu vida llegaste a preguntarte si lo que has vivido hasta el momento y tus acciones tomadas serían dignas para entrar al cielo, es normal preguntarnos cosas así, pero para alguien con uranofobia, no es cosa de pensarlo una o dos veces, sino de atormentarse con el miedo de no poder ser admitidos en el paraíso.
Esto puede llegar a niveles depresivos, donde la persona a pesar de saber que no ha cometido ningún acto maligno, se queda pensando con que aún así no lograra ser admitido, y para estas personas el seguir viviendo suele ser un calvario, así como la idea del día de su muerte.
Nictofobia
La oscuridad siempre ha sido algo con lo que el ser humano ha luchado, pues al ser seres con una vista tan pobre, siempre se nos ha hecho sinónimo de peligro. Pero para las personas con nictofobia el miedo va mucho más allá, pues los síntomas no solo conllevan el estresarse o mostrar ansiedad, una persona con esta fobia que se quede a solas en un lugar sumamente oscuro puede llegar a sufrir ataques y vomito, al perder el control de su cuerpo.
Esta fobia suele producirse en la niñez e ir aumentando su intensidad, sin razón aparente, conforme el individuo va creciendo. Se suele asociar a pequeños traumas que no fueron tratados, como tener fuertes pesadillas que despiertan al infante y lo enfrentan con la oscuridad de su habitación y cosas semejantes.
Cinofobia
La gran mayoría de las personas son afines a los perros, y si no le gusta a alguien es posible que aún así haya tenido alguno en la familia, no por nada es considerado el mejor amigo del hombre. Pero existe una fobia que mucha gente puede llegar a presentar, aunque a diferentes niveles, pues en casos muy graves la sola pronunciación de la presencia de un canino puede provocar ansiedad extrema, sudoración, taquicardia, mareos, entre otros síntomas.
La causa más común es un evento traumático con un perro en la niñez, y no siempre es hacia todos los perros, sino a cierta raza o color, sin embargo, debe ser bastante terrible pues, no son pocos los perros que habitan nuestras ciudades y colonias.