Numerosos han sido los casos que se han registrado de espíritus poseyendo personas en contra de su voluntad. Generalmente se asocia a un mal causado por un fantasma o ente malévolo. Pero ¿qué pasa cuando no se considera un “mal”?, y aún más extraño: cuando la persona se dispone a aceptar la entrada del ente en su cuerpo.
Pancho Villa fue uno de los protagonistas en la revolución mexicana; a principios del siglo XX. La opinión popular siempre estuvo muy dividida: algunos lo tachaban de bandido, mientras otros lo consideraban un héroe. Lo que es cierto, es que desde hace casi medio siglo una nueva opinión apareció. En distintas comunidades del norte de México se comenzó a notar que adorando a Pancho Villa y ofreciendo rezos a él, se podía conseguir una gran protección de todo tipo, y su popularidad rápidamente creció hasta ser considerado un santo.
A pesar de estar muy lejos de la beatificación, los feligreses se entregan a su fe con tanta fuerza, que existen médiums que para sus ritos de curación, emulan no sólo los gestos del revolucionario, sino su indumentaria también, portando: Botas, carrilleras, sombrero, pantalón café y su pañuelo tan característico.
Dichos médiums recorren el pueblo acompañados por guardianes, igualmente vestidos de revolucionarios que se encargan de cuidarlos en su trance, pues su vestimenta no es solamente un disfraz: es una invitación al espíritu para que entre en sus cuerpos. Y cuando lo hace, no importa si el médium es un adulto o un niño, Pancho Villa exige su tequila, coquetea con las mujeres y alburea a los hombres, al tiempo que escucha las peticiones y ayuda a sus feligreses.
Su oración más popular es la “Oración al espíritu Mártir de Pancho Villa, Gran General Revolucionario; En el nombre de Dios, te pido que me ayudes, así como ayudaste a los necesitados, así como venciste a los poderosos”. Se pide su ayuda para problemas familiares y de salud por igual.