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El matrimonio que esclavizó por años a sus 13 hijos

Cuando se entrevistó a sus vecinos, en un barrio tranquilo de California, la gente describía a la familia Turnip como personas muy reservadas y que rara vez salían, pero aquellos con quienes habían hablado los describían como personas alegres y muy orgullosos de sus hijos, a quienes era aún más raro ver fuera de casa. Según los conocidos y familiares de la pareja, eran una “familia feliz”, aunque hacía más de 5 años que sus familiares no los veían más que en fotografías que compartían en Facebook. Sin embargo, esta “familia feliz”, fue renombrada por los medios de comunicación a principios del 2018, y a partir de entonces se le conoció como “la casa de los horrores”.

David y Louise Turnip son los nombres de esta horrible pareja que durante años mantuvieron encerrados a sus 13 hijos. Nadie lo sabía, ni sus vecinos ni sus familiares, y aun nadie estaría enterado de no ser porque dos de los hermanos, estuvieron planeando su escape por mucho tiempo, hasta que tuvieron la oportunidad y lo hicieron. Era una jovencita y un varón, pero en medio del escape el varón se aterró y ella tuvo que hacerlo sola, hasta encontrar un teléfono desde dónde llamó a la policía. Cuando la policía llegó con ella, la jovencita les mostró fotos que había tomado de su casa con el celular para demostrar que lo que decía era cierto, y entonces los agentes entraron al hogar solo para encontrar una situación mucho peor de lo que se esperaban.

Cuando entraron uno de los hijos estaba encadenado a su cama, mientras que otros tres daban señales de recién haber sido liberados, seguramente para mantener apariencias ante la policía. El espacio era sucio y deplorable, así mismo el estado de los hijos del matrimonio, que todos, a excepción del más chico, un bebé de dos años, presentaban desnutrición. Las camas de los encadenados demostraban que una vez allí no se les permitía ir ni siquiera al baño, pues se encontraban acostados entre sus mismos desechos.

Al principio la policía creía que no se trataba más que de negligencia, pero tan pronto comenzaron a escuchar los testimonios de todos los hijos, se dieron cuenta que estaban ante un caso grave de abuso y privación de la libertad pues, habían estado tan encerrados de la sociedad, que ni siquiera sabían que era un agente de policía. A saber, cómo supieron que el número de emergencia era 911. Pero el caso resultó bastante extremo, pues se descubrió que los niños eran encadenados como castigo. Al principio, en el 2010, cuando comenzó todo este asunto del abuso en la familia, cuando se les castigaba los amarraban con cuerdas, pero tras el escape de uno de ellos, se decidió que fuera con cadenas. Y los motivos del castigo resultan tan absurdos como espeluznantes, pues a alguno de ellos se le castigó por lavarse las manos echándose agua hasta las muñecas y siendo con esto acusado de “jugar con el agua” y estarla desperdiciando.

Tan desnutridos se encontraban, que uno de ellos con 12 años, tenía el peso promedio de un niño de 7. Sólo se les permitía bañarse una vez al año y comían una sola vez al día, aunque a veces, cuando se encontraban encadenados, David les llevaba pasteles y se los dejaba a la vista, pero fuera del alcance de todos. Así mismo, la mayoría de los hijos tenían marcas en el cuello de haber sido estrangulados continuamente, así como ciertos problemas neuronales, consecuencia de maltrato y las golpizas que les propinaban como parte de su castigo.

Para evitar todo contacto con las personas del exterior los habían acostumbrado a tener el horario contrario a las demás personas, estando despiertos durante la noche y durmiendo durante el día. Tampoco había llamado la atención que los hijos no fueran a la escuela, pues en el estado se tenía a la casa de los Turnip registrada como escuela privada y al mismo David como su director. Dentro de la cual solo se hallaban registrados 6 estudiantes, todos en diferente año escolar y que fuera de saber leer o escribir no hacían mucho. Lo que si sabían eran pasajes de la biblia aprendidos obligatoriamente de memoria.

Tampoco se les tenía permitido jugar con juguetes, por lo que se encontró en la casa, muchas cajas de juguetes embaladas y guardadas, seguramente regalos de familiares que nunca llegaron a manos de los pequeños. Se dice que la conducta de los padres se pudo dar a partir de la bancarrota en que estaba la familia, pues David no era capaz de mantener a sus hijos y esposa, aún así no justifica que los tuviera en tan malas condiciones. Afirman que el haber tenido tantos hijos a pesar de no tener los recursos economicos para satisfacer sus necesidad básicas, se debio a que esa era la voluntad de Dios y ellos obedecieron.

A día de hoy la pareja fue a juicio y enfrentan una posible condena perpetua de 94 años por 12 cargos de tortura, 1 cargo por acto indecente contra un menor, 7 cargos de abuso contra adultos dependientes (el mayor de los hijos tenía 29 años) 6 cargos de abuso infantil y 12 cargos de detención ilegal; ante los que la pareja se declaró “no culpable”, donde se les imputó una fianza de 12 millones de dólares cada uno, por lo que esperan comparecer ante el juez el 23 de febrero de este año.