En 1909 en un pequeño pueblo situado en Gales, ocurrió uno de los eventos más extraños e inexplicables del siglo pasado. Tanto por su naturaleza como por lo presenciado por los múltiples testigos parece ser obra de un ser desconocido. Un ser, animal o cosa que a partir de entonces dejó un miedo profundo en los niños de aquellos lugares, y que, ojalá se tratase solamente de un cuento para asustar pequeños. Pero no fue así.
Era 24 de diciembre, en pleno festejo de Noche Buena y en la casa de la familia de Thomas, no solamente estaba su familia, sino también otras tres que habían acordado pasar la fecha con ellos. Ellos eran la familia del comisario del pueblo, el veterinario y el pastor de una localidad vecina que conocía a los Thomas. De esta forma los anfitriones tenían bastante trabajo, por lo que, al momento de quedarse sin agua, la madre de Oliver le pidió al pequeño de once años que saliera al pozo.
Como era una noche nevada el niño se abrigó y se calzó unas pesadas botas, tomó la cubeta y salió a la noche. Alrededor de la casa solo había bosque, por lo que aparte de las personas que estaban dentro, no había nadie a la redonda, pero como era algo que el pequeño hacía muy seguido, su familia no se preocupó. Pero apenas había salido, un terrible grito levantó a todos de la mesa. Era la voz de Oliver.
El padre del pequeño tomó su rifle y salió acompañado por todos los adultos esperando encontrarse con algún lobo o algo parecido, pero cuando se encontraron fuera de la casa, no había nada. No se veía rastro del pequeño ni de ningún animal, inmediatamente siguieron las huellas en la nieve, y aquello fue más desconcertante todavía, ya que se terminaban metros antes de llegar al pozo, como si hubiera sido levantado. Según los testimonios de los testigos, apenas se dieron cuenta de aquello cuando se escuchó un “¡socorro!” desde las alturas.
A pesar de lo fantasioso que parece el relato, no se trata de un cuento sino de una historia real, confirmada por cada adulto que estuvo en la reunión. Quienes estuvieron toda la noche buscando algún otro rastro que los llevara hacia el pequeño, pero no encontraron nada. Incluso el comisario hizo llamar a más policías para que bajaran al pozo a revisar, pero nadie encontró nada.
Durante años las hipótesis apuntaban hacia cualquier cosa, desde criaturas prehistóricos hasta fantasías todavía más absurdas. Sin embargo, no fue hasta 1977 que las teorías volvieron a tomar fuerza, ya que fue el año en que Marlon Lowe, un niño de 10 años estuvo a punto de ser raptado por dos aves gigantes y negras. Y tal vez hubiera corrido la misma suerte que Oliver de no ser porque su madre estaba cerca y pudo liberarlo.
A partir de entonces se ha creído que se trata de una especie de cóndor que vivió hace 10,000 años, pero que es casi tan improbable que haya sobrevivido, como que las demás teorías sean verdad, ya sea el chupacabras o algo por el estilo. A parecer es un misterio que no se resolverá jamás.