Cuando la fotografía llegó, trajo con ella mucha experimentación para distintos motivos, algunos fotógrafos comenzaron a especializarse en fotografía de retrato o documental, o de reportaje, pero también hubo quien encontró que, a través de la lente, se podían captar no solamente a las personas o las cosas, sino también a los muertos.
Desde el principio de la fotografía han sido muchas las fotos que han aparecido con supuestos fantasmas. Sin embargo, en tiempos más modernos hemos encontrado nuevas técnicas, como las psicofonías, donde se han logrado escuchar mensajes del más allá. Pero con las nuevas tecnologías que han ido apareciendo, los métodos buscados para capturar de mejor manera los visitantes fantasmas, y fue hace algunas décadas que un hombre encontró que no solo podían capturarse en fotos o en grabadoras, sino también en la televisión, y de la manera correcta, nosotros también podemos.
En el año de 1984, un hombre alemán llamado Klaus Schrieber tuvo una época de grandes desgracias. Trabajaba como técnico de sistemas de seguridad y era padre de familia, tenía cuatro hijas y estaba casado por segunda vez, pues tiempo después de que su primera esposa diera a luz a su cuarta hija, murió. Luego otra de sus hijas murió y un hermano suyo también, en un accidente automovilístico. Así como un sobrino, un cuñado, su segunda esposa y hasta su madre. Tantas perdidas en tan pocos años crearon en él la necesidad de mantener contacto con todos sus seres queridos, así que con su conocimiento en sistemas de seguridad, se puso manos a la obra.
Primero desarrolló un método para comunicarse de manera psicofónica, y cuál sería su sorpresa cuando realmente grabó mensajes donde detrás de la estática se lograban percibir voces. Sin embargo, las mismas voces le hablaron de que había otra manera de comunicarse con ellas: A través del televisor. Comenzó sus experimentos con la televisión y una grabadora de video, pero al principio no lograba captar nada, pues iba a los lugares y casas de las personas fallecidas a grabar ahí, pero pronto se dio cuenta de que no se trataba de eso así que, en un momento de ingenio pensó en algo bastante distinto.
Puso su televisor sin señal y colocó el cámara justo enfrente de él, como cuando pones dos espejos frente a frente. Grababa y posteriormente revisaba cada segundo del video capturado. Seguramente le tomó mucho tiempo, pero tuvo su recompensa pues, en un momento específico lograría ver cierta sombra en la estática, una sombra que reconocía muy bien: Se trataba de su hija muerta.
A partir de entonces siguió haciendo sus grabaciones con la intención de seguir buscando a sus familiares, y según las grabaciones que logró encontrar así fue, y no solo de sus familiares fallecidos, sino también de más personas que seguramente querían comunicarse con alguien y vieron una ventana en sus experimentos, pero nunca pudo identificarlos.
Lo más curioso del método es que su manera tan “sencilla” de realizarlo lo popularizó, y ha habido muchas personas que lo han llevado a cabo y subido sus experiencias a internet, aunque no hay otra manera de comprobar si funciona o no que experimentándolo por nosotros mismos. Pues de ser el caso que las psicoimágenes sean reales, en cada uno de nuestros televisores tendríamos ventanas para comunicarnos con el más allá.
¿Te atreverías a intentarlo?